Quieras perder peso o no, es recomendable beber al menos 1,5 litros de agua al día. El agua reduce la sensación de hambre, lo que es importante cuando asoman las ansias de comer. Además, beber un vaso de agua fresca es bueno para la moral. Existen numerosas aguas minerales o de manantial. Se recomienda variar las marcas, pues algunas están mucho más cargadas en minerales que otras. También puedes consultar la opinión de tu médico para conocer las que más se adapten a tu organismo. El agua del grifo también puede ser muy buena, todo depende de dónde vivas. Si no te gusta el agua o si simplemente quieres variar un poco tus bebidas, no dudes en preparar infusiones de hierbas orgánicas y no abuses del café, incluso descafeinado. Otra idea, aromatiza el agua con unas gotas de limón, de menta o de anís. Por último, si quieres una bebida azucarada, opta por los edulcorantes naturales
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